quarta-feira, 5 de janeiro de 2022

Turrón de Agramunt (para los Reyes Magos)

Porque hoje é a Noite de Reis, fica a simplicidade de Pedro Homem de Mello:

Presépio

"Duas tábuas...
E era um berço!

Tudo escuro...
E alumiava!

Estaria Deus lá dentro?

Fomos a ver...

E lá estava!"

E uma receita em espanhol que, não sendo propriamente típica apenas desta noite, é-o do tempo do Natal onde os Reis Magos também se incluem. 

Maria Mestayer de Echagüe: Enciclopedia Culinaria Confiteria y Reposteria. Espasa Calpe, S. A., Madrid: 2007

 Turrón de Agramunt

 
Cantidades - 500 gr. de miel blanca, 2 claras de huevo, 250 gr. de almendras crudas, 100 gr. de avellanas tostadas.
Procedimiento - Póngase en un perol dal fuego la miel; revuélvase con una espátula de madera, y cuando empieza a hervir apártase de la lumbre y espúmese bien; vuélvase al fuego y sígase revolviendo sin parar hasta obtener el punto de bola blando; conseguido este punto agréguense las claras de huevo batidas a punto de merengue, y sígase la cocción hasta obtener el punto de caramelo fuerte, lo cual se comprueba si al echar unas gotas en un plato, queda cristalizado; en estando, incorpórense las almendas y avellanas mondadas, mézclese bien y échese todo encima de un mármol previamente untado con aceite de almendras dulces.
Fórmese una plancha delgada y, una vez algo frío, divídase todo en discos; éstos se colocan entre dos obleas blancas. Hay que operar después, pues endurece en seguida.
 
E sobre a história desta maravilha de nuestros hermanos, deixo este texto publicado no jornal El País, de autoria de Isabel Olesti :
 

 
"El turrón tiene su origen en la pastelería árabe, pero la tradición turronera de Agramunt aparece documentada por primera vez en 1741 gracias a unas cartas de las familias nobles del pueblo. Existían entonces siete turroneros, aunque no era un oficio de dedicación plena. En los siglos XIX y XX adquirió gran prestigio gracias a las ferias y mercados, especialmente el que se celebraba en Barcelona los días de Navidad.

Para diferenciarse de los turroneros valencianos, los de Agramunt se vestían de payés catalán y las mujeres iban tocadas con un pañuelo de seda blanco. En el pueblo se realizaban tres ferias anuales que tenían lugar entre la plaza Mayor y la del Mercadal. La Guerra Civil y los problemas de racionamiento posteriores perjudicaron a los turroneros, que no encontraban las materias primas, y así muchas familias dejaron el oficio, mientras que otras siguieron trabajando en pequeños obradores que han llegado a ser empresas consolidadas.

La zona de elaboración y almacenaje abarca el término municipal de Agramunt, en la comarca del Urgell. Este turrón se presenta en tabletas redondas o rectangulares cubiertas por los dos lados por obleas. Se elabora con avellanas o almendras, azúcar, clara de huevo y miel. Tiene un color dorado y es frágil y crujiente.

Su éxito se debe a la calidad de las materias primas y al hecho de elaborar el producto siguiendo la tradición. Las avellanas son de la clase negretes de Reus, mientras que las almendras se recogen en el propio municipio. La miel es uno de los ingredientes clave y más delicados. Hace unos años, muchos turroneros eran también apicultores y utilizaban su propia miel. Ahora los turroneros se dedican a este oficio en exclusiva y la miel se compra fuera del municipio. Las claras de huevo batidas a punto de nieve y mezcladas con la miel son indispensables para obtener el color blanquecino que caracteriza al turrón, ya que la miel cocida oscurece el producto. La incorporación del azúcar o el jarabe de glucosa se realiza en función de la textura que quiera obtenerse; a veces incluso se excluye de su composición. Antiguamente las obleas se elaboraban con harina amasada sin fermentar, cocida entre dos planchas para obtener unas hojas planas y muy delgadas. Actualmente se hacen con almidón de maíz.

Más de la mitad de la masa del turrón está formada por frutos secos, tostados, dejados enfriar y pelados. Se cuecen con la miel, el azúcar y las claras de huevo frescas o en polvo. La masa se mezcla hasta obtener el punto de cocción evitando los grumos. Finalmente, se cortan porciones de la masa, se modelan con la forma tradicional y se colocan entre las obleas.

En el año 1989 se realizó la I Fira del Torró, organizada por el Ayuntamiento de Agramunt, tres años más tarde, y debido al incremento de torronaries, la feria se instaló en el pabellón polideportivo, que ofrecía más capacidad. Desde entonces, cada 12 de octubre se celebra la Fira del Torró i la Xocolata a la pedra, que congrega más de 50.000 personas de toda Cataluña e incluso del resto del Estado. El año 2000 se presentó públicamente la IGP del turrón de Agramunt."

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